Orden de malta; voluntarios y comensales
En la calle Mendigorría 7,se encuentra un comedor social gestionado por la Fundación Hospitalaria Orden de Malta de España. Sus 343 voluntarios dan comida a más de 200 personas diarias, siendo el único comedor en Sevilla que sirve dos platos de comida a partir de las 17:00h de la tarde en invierno y a las 18:00h en verano. Las aportaciones materiales son fundamentales, consciente de ello, la Fundación Cajasol impulsa la iniciativa de ‘Andaluces Compartiendo’ que une a las Marcas Andaluzas Solidarias comprometidas con la donación de alimentos.
¿Qué hace que una persona acuda a un comedor social? Esta pregunta tiene trampa, pues la mayoría daría una respuesta u opinión en función del necesitado y no del voluntario. Está claro que cada necesitado y voluntario tiene una explicación diferente y válida a la vez con respecto a los demás. No entrar en detalles personales es la finalidad de este reportaje. Hemos querido adentrarnos en los beneficios que experimentan algunas personas que acuden al comedor social (voluntario y necesitado), lugar en el que por regla general la felicidad de dar es recíproca a la de recibir.



José García. Pepe, natural de Sevilla, es desde hace más de cuatro año un comensal habitual y querido en el comedor de San Juan de Acre. El único día que falta son los martes, pues según Pepe: “Dan lentejas y no me gustan”. Tiene a su amiga Paloma (una voluntaria) que la conoce desde hace mucho tiempo cuando él era guardacoches “pero legalizado”; puntualiza. Su ilusión es poder visitar a su hermano que vive en Lebrija.
Su deseo es disfrutar de los años que le queden de vida. Su satisfacción es saborear el arroz con carne que se come los lunes.